"Yahvé", en el antiguo testamento, se comportaba
como un dios caprichoso, cruel, "genocida", asesino y racista.
Daba la impresión, con sus sacrificios y sus matanzas, de
que gente como "Abraham", "Noé" o Moisés realmente habían
contactado con el mismísimo diablo. Con Satanás o Lucifer en persona. Un ente
"auténticamente" maligno.
Sin embargo, el Antiguo testamento está directamente cogido
de la "Torá judía". La Torá es en gran parte un panfleto ultra-nacionalista
del pueblo hebreo, que hace una apología constante de las masacres en nombre de
un supuesto pueblo superior y elegido por la divinidad. Realmente no se
distingue demasiado de cualquier propaganda nazi en ese aspecto.
Digamos que "Yahvé" es el dios del equipo de
"casa". Un dios para ellos que les protege y mata a quien se
interponga en su camino. Es como tener a un árbitro comprado en el partido. Y
claro está, una conducta que es claramente sospechosa. Quizás demasiado sospechosa.
Por lo tanto, todos los ultra-nacionalismos tienen una pauta
en común: el racismo. Y de eso hay para dar y tomar, hay condimento de sobra,
en la Torá.
Por algún motivo desconocido, el Imperio Romano, nos coló
como parte de la cultura y religión occidental la Torá, en forma de Biblia
durante siglos.
Lo cual era una contradicción evidente con respecto a la
filosofía y al Dios que nos vendía Jesús en el nuevo testamento. 2 filosofías,
2 formas de ver la vida y 2 credos religiosos completamente distintos.
Roma, el "sistema", la "elite"
occidental de la época. La misma, que, junto al sanedrín judío, mató a Jesús.
Masacró a la secta cristiana durante 3 siglos y después "secuestró" a
su Dios y a su religión. Esa misma Roma nos coló un panfleto ultra-nacionalista
judío, que era un pueblo conquistado en su día por ellos. Muy extraño, todo hay
que decirlo.
Pero al tema. Como decía, la actitud de "Yahvé"
era muy sospechosa. Alguno podría pensar que "Yahvé" era realmente el
demonio. Un ente maligno que utilizaba al pueblo hebreo para sus intereses.
Hace un año salió la noticia de que un grupo de físicos
había conseguido demostrar que los viajes en el tiempo eran posibles, dado que
lo habían conseguido con partículas "subatómicas". Y que, si era
posible a nivel de física cuántica, también se podría con partículas más
grandes.
A los pocos días, se dijo a nivel oficial y mundial, que el
experimento había sido una chapuza. Se echó mierda sobre el tema y se enterró.
A los científicos les colocaron una mordaza en la boca y les cerraron el pico.
Todo quedó en el olvido. En el manto de silencio de aquellos que controlan los
más media occidentales.
Fuente: Despiertavivimosenunamentira