En esta información encontrará un maravilloso punto de arranque
para aprender el uso de plantas medicinales. Por supuesto, ésta es sólo una
pequeña muestra, y una vez que haya empezado, muy probable se sentirá inspirado
en explorar más y más usos de estas maravillas curativas.
1. Jengibre
El jengibre es una especia que recomiendo tener a la mano en la
cocina todo el tiempo. No sólo puede incorporarse maravillosamente a sus
alimentos (especialmente junto con el ajo), sino que tiene suficientes
propiedades medicinales para llenar varios libros.
El jengibre es mejor conocido por sus efectos contra las
náuseas, pero también tiene un gran espectro de propiedades antibacteriales,
antivirales, antioxidantes y antiparasitarias, por nombrar algunas de sus más
de 40 acciones farmacológicas confirmadas científicamente. Es antiinflamatorio,
lo cual lo hace valioso para el alivio del dolor de articulaciones, menstrual,
de cabeza y más.
El potencial del jengibre para aliviar el dolor parece ser de
amplio alcance. Además de ayudar con el dolor muscular y de las articulaciones,
el jengibre ha mostrado poder reducir la intensidad de los dolores de migraña
de la misma manera que el medicamento Sumatriptan, pero con menos efectos
secundarios.
El jengibre también muestra ser prometedor en la lucha contra el
cáncer, la diabetes, el hígado graso no-alcohólico, el asma, las infecciones
bacteriales y fúngicas, y es uno de los mejores remedios disponibles contra el
mareo por movimiento y nausea (por embarazo o quimioterapia, por ejemplo).
El tomar un gramo diario de jengibre puede ayudar a reducir las
náuseas y el vómito en mujeres embarazadas, o en aquellas personas con migraña.
Y el jengibre ha demostrado que funciona mejor que el placebo para aliviar las
náuseas matutinas.
El jengibre también es una especia que se debe tener si usted
sufre de indigestión, y hace mucho más que sólo aliviar el dolor. El jengibre
contiene encimas poderosas para la digestión de la proteína y ayuda a estimular
el vaciado del estómago sin ningún efecto negativo, y es un agente
antiespasmódico, lo cual puede explicar sus efectos benéficos en el tracto
intestinal.
Muchas personas utilizan de forma regular el jengibre en té, y
es una de las maneras más fáciles de hacerlo. Simplemente corte un par de
pulgadas de raíz de jengibre y sumérjalo en agua caliente para obtener el té.
Le aconsejo no utilizarlo a diario, ya que puede generar alergia, que fue lo
que me sucedió hace veinte años.
También puede eliminar la cáscara de la raíz con un pelador y
luego cortarlo en rodajas delgadas (rayarlo o picarlo) y añadirlo al té o a sus
platillos. Nada pasara si lo agrega a las papas fritas o incluso a su sopa de pollo
casera favorita. Para problemas serios, su médico naturista podrá ayudarle a
obtener los máximos beneficios terapéuticos del jengibre.
2. Ajo
Comer un diente o dos de ajo fresco a diario puede, ciertamente,
mantener lejos al doctor, en parte, por sus efectos antibacteriales,
antivirales y fungicidas, y por estimular el sistema inmunológico. Muchos de
los efectos terapéuticos del ajo se derivan de sus compuestos que contienen
sulfuro, como la alicina, que además son los que le dan su olor característico.
En general, los beneficios del ajo entran en cuatro categorías principales:
Reducen la inflamación (reducen el riesgo de la osteoartritis y
otras enfermedades asociadas con la inflamación)
Estimulan las funciones inmunológicas (propiedades
antibacteriales, fungicidas, antivirales y antiparasitarias)
Mejoran la salud cardiovascular y la circulación (protegen
contra los coágulos, retrasa la formación de placa, mejora los lípidos y reduce
la presión sanguínea)
Es tóxico para al menos 14 tipos de células cancerígenas (entre
las cuales encontramos las cerebrales, de pulmón, de seno, gástricas y del
páncreas)
Además, el ajo puede ser efectivo contra las bacterias
resistentes a los medicamentos, y las investigaciones han descubierto que
mientras la alicina se digiere en el cuerpo produce ácido sulfénico, un
compuesto que reacciona a los radicales libres peligrosos más rápido que ningún
otro compuesto.
Es por eso que he incluido al ajo en los siete mejores
alimentos contra el envejecimiento que usted puede consumir.
Para obtener sus beneficios para la salud, se debe machacar o
cortar el diente fresco para estimular la liberación de una enzima llamada
alinasa, que a su vez cataliza la formación de la alicina.
La alicina se descompone rápidamente para formar diferentes
compuestos de órgano-azufre. Así que para "activar" las propiedades
medicinales del ajo, presione el diente fresco con una cuchara antes de tragarlo,
o póngalo en el extractor y añádalo a su jugo de vegetales.
Un diente mediano o dos es generalmente suficiente y es tolerado
por la mayoría de las personas. El ingrediente activo, alicina, se destruye en
una hora después de que se machucó el ajo, por lo que las pastillas de ajo son
virtualmente inservibles. El ajo negro, que es básicamente ajo fermentado, y el
ajo germinado contienen aún más antioxidantes que el ajo regular.
3. Menta
La menta ofrece beneficios para el sistema respiratorio, para la
tos, resfriados, asma, alergias y tuberculosis. En términos de salud digestiva,
las cápsulas de aceite de menta han sido descritas como "el medicamento de
primera opción" para pacientes del síndrome de colon irritable,y la menta
es una alternativa efectiva para medicamentos para reducir los espasmos del
colon como el buscopan.
También puede relajar los músculos de los intestinos, lo que
permite que el gas pase y alivie el dolor abdominal. Pruebe añadir aceite u
hojas de menta para eliminar el gas. Inhalar el aroma de la menta puede mejorar
la memoria y liberar el estrés, y el aceite de menta actúa como expectorante y
descongestionante, y puede ayudar a aclarar el tracto respiratorio.
Frote el aceite esencial de menta en el pecho o inhálelo con una
vaporizadora para ayudar a despejar la congestión nasal y aliviar los síntomas
de la tos y el resfriado. El aceite de menta también puede ayudar a aliviar el
dolor de cabeza por tensión.
Para el dolor de cabeza, pruebe aplicar unas gotas
en su muñeca o rocíelas en una tela e inhale el aroma. También puede masajear
el aceite directamente en las sienes y frente.
El aceite esencial de menta es
ideal para frotar los músculos y el pecho, para el dolor de cabeza, el cuidado
dental y la aromaterapia. Incluso puede añadirlo a sus suministros caseros de
limpieza para un mayor poder antimicrobial y fragancia natural.
Al seleccionar la menta para su uso personal, las hojas frescas
brindarán un sabor superior al de las hojas secas (como en el uso para té).
Busque las hojas verdes sin manchas negras o amarillas.
Además de usar las
hojas frescas de menta en té, puede añadirlas a las sopas, ensaladas de fruta o
al gazpacho. La menta es muy fácil de cultivar uno mismo y la planta funciona
como un repelente muy efectivo contra muchos insectos que pueden invadir su
jardín o su hogar.
4. Lavanda
El aceite de lavanda tiene una estructura químicamente compleja
con más de 150 elementos activos. Este aceite es rico en ésteres, que son
moléculas aromáticas con propiedades antiespasmódicas (reprime espasmos y
dolor), tranquilizantes y estimulantes.
Los elementos botánicos principales del aceite de lavanda son el acetato linalilo, linalool (un alcohol terpénico no tóxico que tiene propiedades germicidas naturales), terpineno-4-ol y alcanfor. Otros elementos del aceite de lavanda que son responsables de sus propiedades antibacteriales, antivirales y antiinflamatorias son el cis-ocimeno, acetato de lavandulyl, 1,8 cineol, limoneno y geraniol.
El aceite de lavanda es conocido por sus propiedades
tranquilizantes y relajantes, y ha sido usado para aliviar el insomnio, la
preocupación, la depresión, la inquietud, la ansiedad dental y el estrés.
También ha mostrado ser efectivo para casi cualquier tipo de males, desde el
dolor hasta las infecciones.
En particular, estoy fascinado por el potencial del aceite de lavanda
para combatir las infecciones de la piel resistentes a los fungicidas y
aquellas de las uñas. Los científicos de la Universidad de Coimbra encontraron
que el aceite de lavanda es letal para los parásitos patogénicos de la piel
llamados dermatofitos, así como para varias especies de Candida.
El aceite de lavanda también puede ser usado para:
Aliviar el dolor. Puede aliviar músculos adoloridos o tensos,
dolor de las articulaciones y reumatismo, torceduras, dolor de espalda y
lumbago. Simplemente use una pequeña cantidad de aceite de lavanda para
masajear el área afectada. El aceite de lavanda también puede ayudar a
disminuir el dolor después de la inserción de una aguja.
Tratar varios desórdenes de la piel, como acné, psoriasis,
eczema, y arrugas. También ayuda a cicatrizar, lo que es esencial al curar
heridas, cortadas y quemaduras. La lavanda también puede ayudar a calmar las
mordeduras de insectos y la picazón (el aceite puede ayudar a repeler mosquitos
y palomillas. De hecho, es uno de los ingredientes activos en algunos
repelentes de mosquito).
Mantener sano el cabello ayuda a matar piojos, huevecillos de
piojo y liendres. La Base de Datos Completa de Medicina Natural (NMCB, por sus
siglas en inglés) dice que la lavanda es posiblemente efectiva para tratar la
alopecia areata (pérdida de cabello), estimula el crecimiento del cabello hasta
un 44 por ciento después de sólo siete meses de tratamiento.
Mejorar la digestión. Este aceite ayuda a estimular la movilidad
del intestino y estimula la producción de bilis y jugos gástricos, lo que ayuda
a tratar el dolor de estómago, la indigestión, la flatulencia, los cólicos, el
vómito y la diarrea.
Aliviar desórdenes respiratorios. El aceite de lavanda puede
ayudar a calmar problemas como resfriados y gripe, infecciones de la garganta,
tos, asma, tos ferina, congestión sinusal, bronquitis, tonsilitis y laringitis.
Puede aplicarse en el cuello, pecho o espalda, o inhalarse a través de vapor o
con una vaporizadora.
Estimular la producción de orina. Lo cual ayuda a restablecer el
balance hormonal, prevenir la cistitis (inflamación de la vejiga), y eliminar
calambres y otros desórdenes urinarios.
Mejorar la circulación sanguínea. Ayuda a disminuir los niveles
de la presión alta y puede ser usada para la hipertensión.
5. Tomillo
El tomillo es una hierba aromática que es maravillosa cuando se
añade a los alimentos, en parte por ser rica en antioxidantes. El tomillo
contiene flavonoides que estimulan la salud, como la apigenina, la naringenina,
la luteolina y el timol, y ha demostrado proteger e incrementar el porcentaje
de las grasas saludables que se encuentran en las membranas celulares.
El tomillo es además denso en nutrientes. Contiene vitamina C,
vitamina A, hierro, manganeso, cobre y fibra dietética. Usado en platillos
preparados, el tomillo ayuda a inhibir la glicación y la formación de productos
peligrosos de la glicación avanzada (AGEs, por sus siglas en inglés) en sus
alimentos, lo que hace al tomillo un ayudante potencial para prevenir las
enfermedades cardiacas y envejecimiento prematuro.
Debido a sus propiedades
antibacteriales, antiespasmódicas, antireumatoides, expectorantes,
tranquilizantes y contra la hipertensión, el aceite de tomillo también tiene
una larga lista de usos tópicos:
Remedio casero: El aceite de tomillo es utilizado para aliviar y
tratar problemas como la gota, la artritis, heridas, mordidas, dolores,
retención de líquidos, problemas menstruales y de la menopausia, nausea y
fatiga, problemas respiratorios (como resfriados), problemas de la piel (piel
grasa y cicatrices), pie de atleta, resacas, y hasta la depresión.
Aceite de aromaterapia: El aceite puede ser usado para estimular
la mente, fortalecer la memoria y la concentración, y calmar los nervios.
Producto para el cabello: Se dice que el aceite de tomillo puede
prevenir la pérdida del cabello. Es utilizado como tratamiento para el cuero
cabelludo y se añade a los shampoos y otros productos para el cabello.
Producto para la piel: El aceite de tomillo puede ayudar a
tonificar la piel envejecida y a prevenir los brotes de acné.
Enjuagues bucales y herbales: Como los aceites de menta,
gaulteria y eucalipto, el aceite de tomillo es utilizado para mejorar la salud
bucal.
Insecticida/repelente de insectos: El aceite de tomillo puede
mantener alejados a los insectos y parásitos como los mosquitos, pulgas, piojos
y palomillas.
6. Manzanilla
La manzanilla es mayormente popular en forma de té y es
utilizada para calmar el malestar estomacal y para lograr un sueño reparador.
La manzanilla para reducir la inflamación de la piel y para combatir la
bacteria. La manzanilla es un antiinflamatorio poderoso que también posee
propiedades antibacteriales, antiespasmódicas, antialergicas, sedantes y de
relajación muscular.
Es utilizada para tratar la psoriasis, eczema, varicela,
dermatitis del pañal, heridas de curación lenta, abscesos, e inflamación de las
encías, de acuerdo con la Sabiduría herbolaria también puede ser útil en los
siguientes problemas.
El aceite tiene muchos propósitos médicos, pero uno de los
usos mejor documentados es para la relajación.
El aceite tiene un efecto
tranquilizante en las personas, puede ser usado para inducir el sueño, aliviar
los nervios exaltados, y proporcionar una sensación general de tranquilidad y
bienestar. Es genial para aquellas personas con problemas nerviosos y ansiedad.
Además de tener propiedades mentalmente tranquilizantes, la manzanilla es buena
para relajar músculos adoloridos y articulaciones tensas.
7. Diente de León
Esta planta floral ha sido usada tradicionalmente como tónico
para el hígado, útil para desintoxicar y mejorar las funciones hepáticas.
El
diente de león es conocido como estimulante y es usado comúnmente para los
problemas del hígado y los riñones. También es usado tradicionalmente para
reducir los efectos secundarios de los medicamentos recetados, así como para
tratar infecciones, problemas de vesícula, retención de líquidos y la
inflamación.
Las hojas verdes del diente de león, las cuales pueden
prepararse sumergiéndolas en agua hirviendo por 20 segundos para eliminar el
sabor amargo (también pueden añadirse al jugo de vegetales), contienen muchos
nutrientes, entre los cuales se encuentra la vitamina C, vitamina B6, tiamina,
riboflavina, calcio, hierro, potasio y manganeso. Son una fuente
particularmente buena de vitamina A y pueden tener propiedades anticancerígenas.