La circulación sanguínea es la responsable de transportar oxígeno y nutrimentos a todas las células del cuerpo, así como además de arrastrar los compuestos de desecho de nuestras células para poder desecharlos.
El corazón es el músculo que
bombea la sangre a través del sistema circulatorio, cuando la circulación sanguínea
se ve comprometida, por consiguiente nuestra salud se ve afectada.
Enfermedades como la diabetes, la artritis y la obesidad, pueden afectarla; de igual forma, hábitos y estilos de vida como fumar, tener una dieta deficiente o hacer poco ejercicio, pueden favorecer la aparición de estos problemas.
Algunos síntomas de mala
circulación sanguínea son: manos y pies fríos, calambres musculares,
adormecimiento, coágulos, várices, mareo, llagas que tardan en sanar,
entumecimiento, problemas cardiovasculares, entre otros.
Muchos de estos malestares
pueden ser contrarrestados siguiendo un estilo de vida más saludable.
En
general se recomienda ejercitarte al menos 30 minutos al día y moverte al menos
cada hora, de manera que si sueles estar sentado en la oficina todo el día,
pararte a dar una pequeña caminata te ayudará a tener mejor circulación.
En cuanto a la alimentación se
sugiere:
1. Limitar el consumo de sal,
alcohol y cafeína. Promueven la retención de líquidos, haciendo que el volumen
sanguíneo disminuya y resulte más difícil el flujo de sangre a través de las
arterias y venas.
2. Alimentos con omega-3, como
el salmón o el atún; este tipo de grasa contribuye a tener un mejor flujo
sanguíneo.
3. Alimentos bajos en grasa saturada y
colesterol. Contribuyen a la formación
de ateromas (bloqueos) que reducen el paso de la sangre en las arterias.
4. Frutas, verduras y nueces.
Aportan vitaminas y minerales, muchos de ellos con acción antioxidante que te
ayudarán a tener unas arterias más sanas.
5. Ajo. Sus propiedades evitan
que se formen coágulos, previendo así problemas circulatorios graves.
De igual forma, se ha visto
que el dejar de fumar favorece enormemente la circulación. Otras prácticas que
suelen funcionar son los masajes y darse baños de agua caliente y fría para
activarla.
Recuerda que siempre ante
cualquier problema más serio, es importante acudir al médico, en este caso un
angiólogo podría ayudarte a determinar la manera en la que puedes mejorar tu
circulación sanguínea.